Desde la ventanilla del avión que está a pocos minutos de aterrizar en Leticia se ve cómo abajo se extiende una alfombra de árboles apretados que mancha un río enorme de color café al serpentear entre la selva: el Amazonas, que con 6.800 kilómetros es el más largo del mundo. Esta es la panorámica antes de llegar al Amazonas, un destino donde habitan 212 especies de mamíferos y 195 de reptiles.
La naturaleza organiza en el Amazonas un espectáculo todos los días para que quienes lo visitan vean delfines rosados en el río. En este punto donde se encuentran Colombia, Perú y Brasil, comparten la selva culturas indígenas como ticunas, huitotos y yucunas; osos hormigueros, pumas y venados; plantas medicinales que hacen parte de tradiciones ancestrales y árboles gigantes, entre ellos caobos y cedros.
AVISTAMIENTO DE AVES EN EL AMAZONAS
Debido a que en el Amazonas habitan 674 especies de aves, su observación no es difícil. El Parque Nacional Natural Amacayacu y Puerto Nariño son dos muy buenos sitios para ver bandadas de más de veinte especies de loros, por ejemplo, algunos ejemplares de trompetero Gray-winged Trumpeter (Psophia crepitans). Más adentro en la selva vive el colibrí Chiribiquete Emerald (Chlorostilbon olivaresi), endémico del Amazonas.
LOS LAGOS AMAZÓNICOS
Los lagos de Yahuarcaca, en el municipio de Leticia, pueden navegarse en kayak por la selva mientras a los lados desfilan árboles de caucho y cedro rojo; garzas, águilas, gavilanes y monos perezosos que distraen a los viajeros que van en busca de la victoria regia, el loto más grande del mundo. En otros lagos, como Tarapoto, a dos kilómetros de Puerto Nariño, aparecen delfines grises y rosados.
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